Si hay algo que tengo claro después de casi una temporada completa de bodas con el Canon RF 28-70mm f/2 y la Canon R6 Mark II, es que este objetivo no es cualquier cosa. Desde el primer momento, su peso y tamaño imponen respeto 😅. Sí, es grande y pesado, y si vienes de un sistema más ligero (como Fuji, en mi caso), puede que te cueste al principio. Pero, ¿la verdad? En cuanto lo dominas, se vuelve imprescindible.
El tamaño gigante de la lente externa es brutal, sobre todo si necesitas comprar filtros ND o protectores UV, pero te lo digo: invierte en ellos. El parasol no protege tanto como parece o me gustaría, y cuidar esta joya vale cada euro.
Lo que realmente lo hace único es su apertura constante de f/2. La calidad y nitidez de las fotos está al nivel de las lentes fijas L de Canon💪. ¿El bokeh? No llega a los 1.2, pero lo compensa siendo una herramienta todoterreno que cubre casi todo en un evento. Literalmente, con este objetivo haces el 95% del trabajo en una boda sin pestañear. Aunque para las fiestas prefiero el RF 35mm f/1.8 por su ligereza, especialmente cuando la energía está on fire y necesitas más movilidad.
Eso sí, lo uso como si fuera un fijo: me muevo buscando siempre el mejor encuadre, y solo ajusto el zoom para perfeccionar. Con este lente hago todo: documentales, posados, y cualquier cosa que surja en el momento. Aunque no te voy a mentir, estoy ahorrando para un 85mm f/1.2 para cosas más específicas.
¿Es para ti?
Si eres fotógrafo/a de bodas y buscas capturar cada momento sin cambiar lentes como loco, este objetivo es para ti. Es caro💰, sí, pero cuando te das cuenta de todo lo que puedes hacer con él (y todo lo que te ahorras en otras lentes), ves que es una inversión inteligente. Además, trabajar con una sola cámara es una liberación total, puedes moverte tranquilo/a, sin agobios, y centrarte en lo que realmente importa: contar la historia del día.
Te lo digo directo: dejé todo mi sistema Fuji por este lente. Así de brutal es.
El tamaño gigante de la lente externa es brutal, sobre todo si necesitas comprar filtros ND o protectores UV, pero te lo digo: invierte en ellos. El parasol no protege tanto como parece o me gustaría, y cuidar esta joya vale cada euro.
Lo que realmente lo hace único es su apertura constante de f/2. La calidad y nitidez de las fotos está al nivel de las lentes fijas L de Canon💪. ¿El bokeh? No llega a los 1.2, pero lo compensa siendo una herramienta todoterreno que cubre casi todo en un evento. Literalmente, con este objetivo haces el 95% del trabajo en una boda sin pestañear. Aunque para las fiestas prefiero el RF 35mm f/1.8 por su ligereza, especialmente cuando la energía está on fire y necesitas más movilidad.
Eso sí, lo uso como si fuera un fijo: me muevo buscando siempre el mejor encuadre, y solo ajusto el zoom para perfeccionar. Con este lente hago todo: documentales, posados, y cualquier cosa que surja en el momento. Aunque no te voy a mentir, estoy ahorrando para un 85mm f/1.2 para cosas más específicas.
¿Es para ti?
Si eres fotógrafo/a de bodas y buscas capturar cada momento sin cambiar lentes como loco, este objetivo es para ti. Es caro💰, sí, pero cuando te das cuenta de todo lo que puedes hacer con él (y todo lo que te ahorras en otras lentes), ves que es una inversión inteligente. Además, trabajar con una sola cámara es una liberación total, puedes moverte tranquilo/a, sin agobios, y centrarte en lo que realmente importa: contar la historia del día.
Te lo digo directo: dejé todo mi sistema Fuji por este lente. Así de brutal es.
